sábado, 10 de noviembre de 2012

La conciencia moral


Conciencia moral y conciencia psicológica

La palabra conciencia (del latín conscire, conscientia, equivalente al griego sin-eidos) significa un cierto saber juntamente con, o un conocer a la vez. Hay que constatar la ambigüedad esencial que afecta a este término, ya que la riqueza semántica que posee en el lenguaje ordinario cubre sólo en parte su significación técnica.



Dos sentidos principales se han dado a la palabra:
            1) Capacidad que tiene el hombre no sólo de conocer objetos, ya sean externos (cosas) o internos a él (estados interiores), sino de advertir que conoce.
2) Facultad de conocer el valor moral de los estados interiores y de los actos que el hombre pone como propios.
La palabra conciencia, en general, designa el primer sentido. Para significar el segundo se emplea la expresión conciencia moral. 




Denominamos conciencia a algo sagrado existente en todo hombre y que debe respetarse incondicionalmente; algo que es defendido también por la constitución, aunque condenemos a fuertes penas a los que actúan en conciencia. Unos tienen la conciencia por la voz de Dios en el hombre, otros como producto de la educación, como interiorización de las normas dominantes, originariamente exteriores. ¿Qué ocurre con la conciencia?
Hablar de conciencia es hablar de la dignidad del hombre, hablar de que no es un caso particular de algo general, ni el ejemplar de un género, sino que cada individuo como tal es ya una totalidad, es ya “lo universal”.
La conciencia es una exigencia de nosotros a nosotros mismos. Al causar un daño, al herir u ofender a otro, me daño inmediatamente a mí mismo. Tengo, como se dice, una mala conciencia.
La conciencia es la presencia de un criterio absoluto en un ser finito; el anclaje de ese criterio en su estructura emocional. Por estar presente en el hombre, gracias a ella y no por otra cosa, lo absoluto, lo general, lo objetivo, hablamos de dignidad humana.
No hay conciencia sin disposición a formarla e informarla. Un médico que no está al tanto de los avances de la medicina, actuará sin conciencia. Y lo mismo quien cierra ojos y oídos a las observaciones de otros que le hacen fijarse en aspectos de su proceder, que quizá él no ha notado. Sin tal disposición, sólo en casos límite se podrá hablar de conciencia. Pero también el segundo movimiento pertenece a la conciencia; por él, vuelve de nuevo el individuo a sí mismo.



¿Lleva siempre razón la conciencia? Es lo que preguntábamos al comienzo. ¿Hay que seguir siempre la conciencia? La conciencia no siempre tiene razón. Lo mismo que nuestros cinco sentidos no siempre nos guían correctamente, o lo mismo que nuestra razón no nos preserva de todos los errores. La conciencia es en el hombre el órgano del bien y del mal; pero no es un oráculo. Nos marca la dirección, nos permite superar las perspectivas de nuestro egoísmo y mirar lo universal, lo que es recto en sí mismo. Pero para poder verlo necesita de la reflexión de un conocimiento real, un conocimiento, si se puede decir, que sea también moral. Lo cual significa: necesita una idea recta de la jerarquía de valores que no esté deformada por la ideología.


Evolución histórica de la noción de conciencia




La conciencia como norma subjetiva de la moralidad



http://vimeo.com/28994600#at=0


Modalidades de la conciencia moral


Un caso de conciencia: 10 razones para dejar a tu novio



Otro caso de conciencia: fumar o no fumar


Fumar pudre tu cerebro

http://cnnespanol.cnn.com/2012/11/29/olvidate-del-mal-aliento-fumar-pudre-tu-cerebro/





Actividades:

1. Complete el cuadro sobre la evolución histórica de la noción de conciencia.



2. Para debate: ¿Un verdadero héroe debe recibir premios?




http://mexico.cnn.com/mundo/2012/11/28/cnnheroes-una-serie-que-premia-a-las-personas-que-cambian-al-mundo

Para nuestra reflexión

La causa que más mueve al corazón con el amor de Dios es considerar el amor que nos tiene este Señor...  Más mueve al corazón el amor que los beneficios; porque el que hace a otro beneficio, dale algo de lo que tiene: más el que ama da a sí mismo con lo que tiene, sin que le quede nada por dar. (S. Juan de Avila)



domingo, 14 de octubre de 2012

Temarios 2T


Temarios para el II Examen trimestral

1.     Prolegómenos
1.1.   Los grados del saber, pensar y filosofar.
1.2.   Filosofía y sabiduría.
1.3.   La filosofía como actividad vital.
1.4.   El filósofo y la filosofía.
1.5.   Definición de Ética.
1.6.   Relación de la Ética con otras ciencias.
1.7.   Algunas formas de hacer ética.
1.7.1. Ética emotivista.
1.7.2. Ética del consenso.
1.7.3. Ética realista.

2.     El bien, el fin último y la felicidad.
2.1.   Naturaleza del bien.
2.2.   Relatividad del bien.
2.3.   Aspecto ético del bien.
2.4.   Los fines y los medios.
2.5.   El ser humano: cuerpo, psiquismo y espiritualidad.
2.6  La banalidad del mal.
2.6.   El fin último.
2.7.   La felicidad.

3.     La libertad humana.
3.1.   Definición de libertad.
3.2.   Clases de libertad: física, psicológica, moral.
3.3.   Libertad y determinismo.
3.3.1. Determinismo físico.
3.3.2. Determinismo biológico.
3.3.3. Determinismo psicológico.
3.3.4. Determinismo social.
3.3.5. Determinismo teológico.
3.4.   Libertad o libertinaje.
       3.4.1. El abuso de la libertad.
       3.4.2. Los impedimentos del acto libre.
3.5.   Libertad y límites.
3.6.   Necesidad de educar la libertad.
3.7.   Libertad y valores.
3.7.1. El valor de la coherencia.
3.7.2. El valor del optimismo.
3.7.3. El valor de la amistad.
3.7.4. El valor del compromiso.
3.7.5. El valor de la familia.
3.8.   Libertad y sexualidad.
3.9.   Los hábitos.
3.9.1. Las virtudes.
         3.9.1.1 Las virtudes cardinales: prudencia, justicia, fortaleza, templanza.
3.9.2. Los vicios.

Los héroes no existen




Para reflexionar

Jesús nos enseña que es muy difícil para un hombre rico entrar en el reino de Dios, pero no imposible; de hecho, Dios puede ganar el corazón de una persona que posee una gran riqueza e impulsarla a la solidaridad y a compartir con los necesitados, con los pobres, es decir, a entrar en la lógica del don. Así, esta se interpone en el camino de Jesucristo, que --como escribe el apóstol Pablo--, "siendo rico, por ustedes se hizo pobre, a fin de enriquecerlos con su pobreza" (2 Co. 8, 9).

Benedicto XVI

domingo, 16 de septiembre de 2012

La libertad y los valores


El valor de la amistad


La amistad es un valor universal. Está claro que difícilmente podemos sobrevivir en la soledad y el aislamiento. Necesitamos a alguien en quién confiar, a quién llamar cuando las cosas se ponen difíciles, y también con quien compartir una buena película…


Las amistades suelen comenzar de imprevisto, y muchas veces sin buscarlas. En el camino de la vida vamos encontrándolas. Y todo comienza porque alguien “nos cae bien”…
Sentirse a gusto con una persona, conversar y compartir sentimientos es el principio de eso que llamamos amistad…


http://encuentra.com/valores_explicados/amistad13538/


La fuerza de la amistad

… la calidad de una vida —parafraseando a Saint-Exupery— está en función de la calidad de los vínculos afectivos libremente elegidos. Son el amor y la amistad los que nos salvan a todos la vida.


El valor del compromiso


Comprometerse va más allá de cumplir con una obligación, es poner en juego nuestras capacidades para sacar adelante todo aquello que se nos ha confiado.


Una persona comprometida es aquella que cumple con sus obligaciones haciendo un poco más de lo esperado al grado de sorprendernos, porque vive, piensa y sueña con sacar adelante a su familia, su trabajo, su estudio y todo aquello en lo que ha empeñado su palabra…



El valor de la familia


El valor de la familia va más allá de los encuentros habituales e ineludibles, los momentos de alegría y la solución a los problemas que cotidianamente se enfrentan. El valor nace y se desarrolla cuando cada uno de sus miembros asume con responsabilidad y alegría el papel que le ha tocado desempeñar en la familia, procurando el bienestar, desarrollo y felicidad de todos los demás…
Lo primero que debemos resolver en una familia es el egoísmo: mi tiempo, mi trabajo, mi diversión, mis gustos, mi descanso… si todos esperan comprensión y cuidados ¿quién tendrá la iniciativa de servir a los demás? Si papá llega y se acomoda como sultán, mamá se encierra en su habitación, o en definitiva ninguno de los dos está disponible, no se puede pretender que los hijos entiendan que deben ayudar, conversar y compartir tiempo con los demás…


http://encuentra.com/valores_explicados/el_valor_de_la_familia__13541/


Los hábitos

Hay hábitos perfectivos y hábitos corruptores. Nadie es espontáneamente una personal honrada o una persona corrupta. La sabiduría y la estupidez son siempre conquistas personales, logradas con el esfuerzo de la libertad.
http://www.conocereisdeverdad.org/website/index.php?id=1969


Para comentar

I. Libertad y hábitos


1.       ¿Cuál es la verdad sobre el joven en esta situación concreta? Explique.

      2.       ¿En qué consiste el verdadero bien de este joven? Explique.
      3.       ¿Qué actitud del joven llama mucho la atención? Explique.
      4.       ¿Cuál es el poder real de los hábitos en una persona? Explique.

   
 II. Libertad y conciencia


       1.       ¿Por qué contrasta tanto la postura de la violinista? Explique.
       2.       ¿En qué consiste obrar según la propia conciencia? Explique.
       3.       ¿Qué garantiza que nuestra conciencia nos impulse a obrar el bien? Explique.
       4.       ¿Qué significa tener una conciencia despierta? Explique.

                                                                    
                                                                        III. Libertad y sexualidad



        Ensayo: ¿El sexo tiene un precio?

        Fecha de entrega: 03-10-2012








miércoles, 8 de agosto de 2012

La libertad humana




En su sentido primigenio, o atendiendo a la primera imposición del nombre, se denomina libre al que no es esclavo o no está sometido al dominio de otro sino que es dueño y señor de sí y de sus actos; y en este sentido afirma Aristóteles en su Metafísica que «el hombre libre es causa de sí mismo» (Metafísica, 1,2; Bk 982b25-26). De esta primera acepción, los términos libre y libertad se han trasladado a significar el modo peculiar de ciertas acciones del hombre que no sólo carecen de toda coacción o determinación externa, sino también de toda necesidad natural o interna determinación que no sea puesta por el hombre mismo. A esta indeterminación interna y al dominio actual de los actos que de ella resulta hace referencia también la expresión libre albedrío…

La existencia de la libertad es negada por el determinismo en sus diversas formas.

La libertad exige dos cosas: la indeterminación, al menos objetiva, de la voluntad, y el actual dominio de ésta sobre sus actos.



Determinismo

La terminación -ismo suele indicar cierta exageración o «extremismo» de una idea, una postura o actitud humanas. Partiendo del hecho innegable de que existen determinaciones reales en el mundo, también en el mundo humano, social e histórico, el d. las lleva a un extremo y pretende que, sin excepción alguna, no haya cosas ni acontecimientos sino los determinados y causados por otros, y así in infinitum. Por tanto, el d. se opone, de modo contradictorio, a la libertad (v.) humana y a la contingencia (v.) del cosmos; pero es compatible con el azar (v.) y la casualidad, conceptos que no niegan la determinación universal, sino tan sólo la racionalidad e inteligibilidad de sus condiciones.

http://www.canalsocial.net/GER/ficha_GER.asp?id=5679&cat=filosofia








¿Libertad o libertinaje?



«Yo hago con mi cuerpo, y con mi vida lo que quiero»: es ésta una expresión común bastante representativa de la mentalidad hoy dominante en nuestras sociedades de vieja tradición cristiana, que en esto precisamente evidencian de modo clamoroso su descristianización. Hay quienes parecen no atreverse a llegar a tal manifestación de aparente libertad, y se quedan en una rectificación que no consigue tampoco sacar a la libertad de la sola apariencia: «Haz tú lo que quieras con tu vida, ¡pero respeta la de los demás!».



Límites convenientes


La libertad no es absoluta porque el hombre tampoco lo es. Su limitación es triple: física, psicológica y moral. Está físicamente limitado porque, entre otras cosas, necesita nutrirse y respirar para conservar la vida. Su limitación psicológica es múltiple y evidente: no puede conocer todo, no puede quererlo todo, los sentimientos le zarandean y condicionan constantemente. La limitación moral aparece desde el momento en que descubre que hay acciones que puede, pero no debe realizar: puedes insultar porque tienes voz, pero no debes hacer tal cosa. Esta triple limitación no debe considerarse como algo negativo. Parece lógico que a un ser limitado le corresponda una libertad limitada: que el límite de su querer sea el límite de su ser. Si la libertad humana fuera absoluta, habría que comenzar a temerla como prerrogativa de los demás.




Necesidad de educar la libertad


"Se dice, y acaso se cree -escribía Unamuno-, que la libertad consiste en dejar crecer a la planta, en no ponerle rodrigones, ni guías, ni obstáculos; en no podarla, obligándola a que tome esta o la otra forma; en dejarle que arroje por sí, y sin coacción alguna, sus brotes, y sus hojas, y sus flores. Y la libertad no está en el follaje, sino en las raíces, y de nada sirve dejarle al árbol libre la copa y abiertos de par en par los caminos del cielo, si sus raíces se encuentran, al poco de crecer, con dura roca impenetrable, seca y árida, o con tierra de muerte".
Para ser libres es menester que no estemos sometidos -que no seamos esclavos- de la primera impresión o de los movimientos espontáneos. Confundir la libertad con la espontaneidad es, precisamente confundir lo racional con lo irracional; es eliminar la diferencia entre el mundo animal y el mundo racional.



Libertad y valores


El valor de la coherencia




El valor del optimismo



Actividades




Para comentar...


La libertad es singular, siempre que exista la libertad plural.
Benedetto Croce (1866-1952) Historiador, humanista y filósofo italiano.

Nadie combate la libertad; a lo sumo combate la libertad de los demás. La libertad ha existido siempre, pero unas veces como privilegio de algunos, otras veces como derecho de todos.
Karl Marx (1818-1883) Filósofo y economista alemán.

La libertad existe tan sólo en la tierra de los sueños.
Friedrich Schiller (1759-1805) Poeta y dramaturgo alemán

No se nos otorgará la libertad externa más que en la medida exacta en que hayamos sabido, en un momento determinado, desarrollar nuestra libertad interna.
Mahatma Gandhi (1869-1948) Político y pensador indio.

Si no tienes la libertad interior, ¿qué otra libertad esperas poder tener?
Arturo Graf (1848-1913) Escritor y poeta italiano.

La libertad sin una autoridad fuerte e incólume, no es libertad al cabo de poco tiempo, sino anarquía.
Antonio Cánovas del Castillo (1828-1897) Político, historiador y escritor


La libertad es incompatible con el amor. Un amante es siempre un esclavo.
Germaine de Staël (1766-1817) Escritora e intelectual francesa.

Yo no estoy de acuerdo con lo que usted dice, pero me pelearía para que usted pudiera decirlo.
Voltaire (1694-1778) Filósofo y escritor francés.

La verdadera libertad consiste en el dominio absoluto de sí mismo.
Michel Eyquem de Montaigne (1533-1592) Escritor y filósofo francés.

La libertad no consiste en hacer lo que se quiere, sino en hacer lo que se debe.
Ramón de Campoamor (1817-1901) Poeta español.

Si te dan un papel pautado, escribe por detrás.
Juan Ramón Jiménez (1881-1958) Escritor español.

¿Quién es libre? Sólo el que sabe dominar sus pasiones.
Quinto Horacio Flaco (65-8 a. C.)

Existe el destino, la fatalidad y el azar; lo imprevisible y, por otro lado, lo que ya está determinado. Entonces cómo hay azar y cómo hay destino, filosofemos.
Lucio Anneo Séneca (2 AC-65) Filósofo latino.


Para nuestra discusión...












1. ¿La libertad de Maggie alcanza para que pueda pedir a Frankie que la mate? Explique.

2. ¿Frankie puede invocar la compasión como justificativo para matar a Maggie? Explique.

3. ¿Qué es lo mejor para Maggie en su situación? Explique.

4. ¿Qué es lo mejor para Frankie en su situación? Explique.

5. ¿Qué es la eutanasia? Explique.

martes, 3 de julio de 2012

Temarios


Temarios para el examen trimestral

1.       Prolegómenos
1.1.    Los grados del saber, pensar y filosofar.
1.2.    Filosofía y sabiduría.
1.3.    La filosofía como actividad vital.
1.4.    El filósofo y la filosofía.
1.5.    Definición de Ética.
1.6.    Relación de la Ética con otras ciencias.
1.7.    Algunas formas de hacer ética.
1.7.1. Ética emotivista.
1.7.2. Ética del consenso.
1.7.3. Ética realista.

2.       El bien, el fin último y la felicidad.
2.1.    Naturaleza del bien.
2.2.    Relatividad del bien.
2.3.    Aspecto ético del bien.
2.4.    Los fines y los medios.
2.5. El ser humano: cuerpo, psiquismo y espiritualidad.
2.6  La banalidad del mal.
2.7.    El fin último.
2.8.    La felicidad.



Nuestras verdaderas limitaciones no son de orden físico...



Para pensar:

En la medida en que crece nuestra unión con el Señor y se intensifica nuestra oración, también nosotros vamos a lo esencial y comprendemos que no es el poder de nuestros medios, de nuestras virtudes, de nuestras capacidades lo que realiza el Reino de Dios, sino es Dios que obra maravillas a través de nuestra debilidad, de nuestra insuficiencia a lo encomendado. Debemos, por tanto, tener la humildad para no confiar simplemente en nosotros mismos, sino de trabajar, con la ayuda del Señor, en la viña del Señor, confiándonos en Él como frágiles "vasos de barro". (Benedicto XVI)

martes, 29 de mayo de 2012

El bien, el fin último y la felicidad


“La vida (...) es una búsqueda de la verdad, del bien, de la belleza. Con ese fin tomamos nuestras decisiones, ejercemos nuestra libertad y, en esto, en la verdad, en el bien y en la belleza, encontramos la felicidad y la alegría”. (Juan Pablo II)



¿QUÉ ES LO BUENO?
Difícilmente puede hallarse una pregunta de mayor interés: ¿Qué es lo bueno? ¿qué es el bien? Porque todo hombre guarda en lo más hondo de su ser el deseo invencible de ser bueno y de hacer lo bueno. Si hace el mal es porque le deslumbra la partecilla de bien con la que el mal se reviste.
Cuando se dice que algo "es ético" o que "no es ético", se está diciendo que es o no es bueno. Ahora bien, si casi todos coincidimos en que nuestra conducta ha de ser "ética", no siempre estamos de acuerdo en "lo que es ético". Lo que parece "ético" a unos, puede resultar una monstruosidad a otros.
¿Es posible llegar a un conocimiento cierto sobre "lo que es bueno", al menos en lo fundamental, o estamos condenados a una eterna duda o a opiniones sin fundamento racional? ¿Existe un criterio objetivo de bondad que nos permita, sin temor a equivocarnos, discernir el bien del mal? La respuesta del sentido común ha sido siempre afirmativa.
Es claro que el bien -lo bueno- es tal por contener alguna perfección que hace a la cosa deseable, apetecible. Aristóteles decía que "el bien es lo que todos desean". 

¿El bien es relativo?
Es de notar ahora que no todo lo que perfecciona a un sujeto, perfecciona a todos. El abono animal sirve para nutrir a las flores, pero no al hombre. La alfalfa es buena, sabrosa y sana, para las vacas, no para nosotros. Es claro pues que el bien es relativo: dice relación a un sujeto o a un conjunto más o menos numeroso de sujetos determinados.
Esa "relatividad" del bien ha inducido a muchos a pensar que el bien no es algo "objetivo", es decir, que no está ahí, independiente de mi pensamiento, sino que cada uno puede tomar por bueno "lo que le parezca"; cada uno sería libre de considerar bueno una cosa o su contraria y decidir por su cuenta sobre el bien y el mal. Cada uno -se ha dicho- sería "creador de valores", porque el valor o bondad de las cosas no estaría en ellas, sino en mi subjetividad, en mi pensamiento, en mi deseo o en mi opinión.
En rigor, aunque el bien sea "relativo" (algo es bueno siempre "para alguien"), no hay nada menos subjetivo u opinable. La bondad del aire que respiramos, el agua que bebemos, el calor y la luz del sol que nos vivifica… no es algo que inventamos o creamos: no es una bondad "opinable": está ahí, con independencia de nuestra estimación.
De modo similar descubrimos el valor de la justicia, de la libertad, de la paz, de la fraternidad: valores objetivos que no tendría sentido negar. De modo que si yo los negase porque en algún momento no me apetecieran, seguirían siendo valiosos para todos. Mi inapetencia sería un síntoma seguro de alguna enfermedad del cuerpo o del alma.
Es también importante advertir -frente a lo pensado y muy difundido por ciertos filósofos- que si yo apetezco la manzana, no es porque yo le confiera el buen sabor. La manzana no es sabrosa simplemente porque yo la saboree con gusto. Aunque a otro no le guste -quizá porque esté enfermo-, la bondad de la manzana no es un producto de mi subjetividad: es la manzana misma que tiene de por sí la aptitud para causar un buen sabor y una buena nutrición. Si así no fuera, el mismo sabor podría encontrar yo en el acíbar o en la basura.
… hay bienes relativos a personas singulares. Pero hay también, indudablemente, bienes relativos a la naturaleza humana común, y, por tanto, a todos y a cada uno de los individuos de nuestra especie. Por eso hay leyes o normas morales objetivas, universales y permanentes que afectan a todos los hombres, de cualquier tiempo y lugar.



ASPECTO ETICO DEL BIEN
Es el bien que conviene a la naturaleza racional y libre del hombre, al que éste debe adaptar su acción. Por lo que respecta a las acciones pasadas, bien es lo que se aprueba; por lo que atañe a las acciones futuras, bien es lo que debe hacerse. Todo lo que el hombre persigue, lo quiere en función de un bien perfecto que se muestra así como la forma misma de la felicidad. Mas con esto se nos impone distinguir dos especies de bien último: uno subjetivo, que consiste en la felicidad en general o beatitud; otro objetivo, que consiste en el bien concreto en cuya posesión el hombre encontrará la felicidad. Dada la actividad racional y libre del hombre, acciones, medios y fines son bien o males moralmente cuando van dirigidos por la razón según la norma del bien objetivo y son realizados libremente. La razón ni crea la ley, ni la impone obligatoriamente originando el deber: nadie se obliga a sí mismo (contra Kant). El fundamento último del bien moral no está en la razón, sino en el Bien absoluto, de donde el orden moral toma su carácter necesario, universal y obligatorio. El bien del hombre está en el encaminamiento a sus propios fines de verdad y bien absolutos…


LA CUESTIÓN DE LOS FINES Y LOS MEDIOS
Errores inquietantes
¿Qué importa que una cosa sea fin o medio? —decía el galeno—, en realidad, todo es fin y todo es medio, por eso nada es medio ni es fin... A lo que responde el paciente: -Pues mire, doctor, esto mismo me dijo el zapatero. Tenía unos zapatos de excelente diseño. Pero yo tenía los pies grandes y no me cabían. La solución estuvo conforme con su teoría. Llamó al traumatólogo y me cortó los dedos de los pies. Ahora, fíjese, los zapatos me sientan perfectamente -claro que sí, hombre. Usted creía que el pie era el fin y los zapatos los medios. Una vulgaridad. Debemos ser creativos...
Procusto no era el nombre de pila del mítico posadero de Eleusis. Se llamaba Damastes, pero le apodaban Procusto que significa «el estirador», lo cual sólo se comprendía cuando mostraba su sistema particular de hacer amable la estancia a sus huéspedes. Deseoso de que los más altos estuvieran cómodos en sus lechos, se aseguraba de que éstos tuvieran la medida exacta cortándoles - a los huéspedes - la porción sobresaliente de sus miembros. A los bajitos les ataba grandes pesos en los pies hasta que alcanzaban la estatura justa del lecho. Menos mal que Teseo, forzudo atleta, puso fin a las locuras del posadero devolviéndole con creces el trato que dispensaba a sus ingenuos clientes.

El mundo real 
La vida real no es una especie de plastilina que pueda adoptar la forma que queramos. Las cosas tienen naturaleza y relaciones naturales entre ellas, que configuran un orden de prioridades —lo contrario al caos—, una jerarquía de valores. Es más importante la cabeza que la mano; debe conservarse antes aquella que ésta. Y si nos caemos, instintivamente la mano se adelanta a parar el golpe. Es más importante el coche que su cenicero. Si el cenicero está lleno de colillas no es sensato tirar el coche y comprarse otro, sino tirar las colillas y conservar el coche. Si hay que vacunar a un niño, es mejor que llore un poco que no lo haga y haber de enterrarlo prematuramente…

El fin no justifica los medios
El fin incluye inevitablemente los medios con los que se pretende llegar a ese fin. El fin no es una idea abstracta, platónica, exenta, pulcra, incontaminada. Es la meta más el conjunto de todos los pasos que llegan a ella…
Un fin elegido, con resultado bueno, por el hecho de que se realice después del mal del que se ha seguido, no convierte en bueno a ese mal, puesto que el mal ya está hecho, ya es pasado, y no hay nada más inmutable que el pasado. El futuro puede cambiar. No faltan quienes aseguran que el futuro «ya no es lo que era». Pero el pasado no hay quien lo mueva. Si la voluntad ha hecho libremente el mal, ya se ha hecho mala y no hay quien lo pueda evitar…
En cierto modo los medios contienen ya el fin; los procedimientos anuncian el resultado. Predicar, matar, conmover, forzar, orar, no son medios neutros que sirvan para cualquier fin: cada uno lleva implícito el resultado». La bala lleva consigo la muerte…

Las historias, los héroes y los villanos










La eterna lucha entre el bien y el mal ha sido propuesta en innumerables ocasiones y de múltiples formas; el séptimo arte no ha sido la excepción. A ratos, la frontera entre héroe y villano puede tornarse difusa, por ejemplo en el caso de Batman.

LA BANALIDAD DEL MAL


FIN ÚLTIMO
Toda la problemática suscitada por la noción de fin no arranca de su carácter de término de una acción, lo producido por el agente, sino de aquello a lo que se dirige la acción, como término de una intención: lo perseguido por el agente, lo que se intenta o pretende. Es aquello por lo que el agente se determina a obrar; es el principio de la acción: aquello por lo que algo es hecho. De este modo, el fin aparece como nudo entre el orden efectivo y el orden intencional…
La moción que ejerce el fin proviene de su bondad; la fuerza causativa del fin no es otra que por la fuerza causativa del bien. El fin esencialmente atrae hacia sí a la causa eficiente; mediante la causa eficiente se determina a existir…
El hombre alcanza la noción de fin, de una parte, percibiendo la realidad del mundo que le rodea, en el que se advierten relaciones de finalidad; de otra parte, a partir de su propia experiencia interna, ya que percibe que se propone fines u objetivos. Desde una y otra perspectiva el hombre se ve llevado al reconocimiento de un fundamento último de la finalidad: Dios. El orden y la finalidad del cosmos implican una inteligencia ordenadora (lo que carece de conocimiento no tiende a un fin si no es dirigido por alguien que entienda y conozca), que obviamente no es la humana (ya que el hombre no da su sentido al cosmos, sino que se descubre en él), sino una causa eficiente racional supracósmica, a la que llamamos Dios (es la quinta vía tomista: Sum. Th. 1 q2 a3)…

FELICIDAD
Las definiciones que se han dado de la felicidad en la filosofía tradicional son sumamente variadas: Cicerón: «apartados todos los males, la acumulación total de los bienes»; S. Agustín: «el gozo de la verdad»; Boecio: «la suma de todos los bienes», «un bien que una vez poseído no permite desear ningún otro», etc. Como puede verse, tanto por estas definiciones como por la misma derivación lingüística de la palabra, la felicidad comporta un doble aspecto: uno subjetivo y otro objetivo. Subjetivamente implica un gozo o satisfacción; objetivamente, la felicidad reclama algo sobre lo que ella versa y sobre lo que se desarrolla dicho gozo. De esta distinción surge precisamente la gran diversidad de concepciones de la felicidad tanto por el énfasis que se dé a lo objetivo o subjetivo, como por la índole del objeto de la felicidad. Claro es que si la felicidad se centra en el aspecto subjetivo, principal o exclusivamente, cabrá hablar de felicidades auténticas aunque el objeto sobre el que verse sea ilusorio… Un equilibrio entre ambos extremos constituirá el ideal de la felicidad: un estado de gozo pleno de la conciencia que satisface de una manera total y con carácter estable todas las apetencias, deseos y potencialidades del hombre, por la índole, asimismo plena, de bondad del objeto.
http://www.canalsocial.net/GER/ficha_GER.asp?id=5725&cat=filosofia

Actividades y ejercicios tipo examen



A. Lea atentamente los siguientes fragmentos, identifique cuál es la idea principal del autor y subraye  la alternativa correcta.
1. Cuando se dice que algo "es ético" o que "no es ético", se está diciendo que es o no es bueno. Ahora bien, si casi todos coincidimos en que nuestra conducta ha de ser "ética", no siempre estamos de acuerdo en "lo que es ético". Lo que parece "ético" a unos, puede resultar una monstruosidad a otros. Así por ejemplo, algunos llaman "ético" al aborto provocado en caso de embarazo por violación, lo cual a muchos nos parece uno de los peores crímenes -incluso quizá peor que el terrorismo-, y negación del más elemental derecho de la persona, el derecho a la vida… ¿Es posible llegar a un conocimiento cierto sobre "lo que es bueno", al menos en lo fundamental, o estamos condenados a una eterna duda o a opiniones sin fundamento racional? ¿Existe un criterio objetivo de bondad que nos permita, sin temor a equivocarnos, discernir el bien del mal? La respuesta del sentido común ha sido siempre afirmativa. (Antonio Orozco)
a)            No es posible llegar a un conocimiento cierto sobre "lo que es bueno".
b)            Lo que "es ético" es bueno y lo que "no es ético" es malo.
c)            No siempre estamos de acuerdo en "lo que es ético".
d)            El aborto en caso de violación es un tema muy discutido.
e)            Existe un criterio objetivo de bondad que nos permite discernir el bien del mal.

2. … Por cierto, ¿por qué lleva usted este vendaje en la cabeza? ¿Le duele acaso la abundancia de ideas inquietantes?
 -No señor, es que mi sombrerero tiene unos sombreros de exquisito formato, pero mi cabeza es demasiado grande. Por eso me limó el cráneo con mucho cuidado. Cuando me quite la venda, el sombrero me sentará de maravilla. En realidad la cabeza no es el fin del sombrero sino al revés. Mejor dicho, da igual. Y como lo importante es la economía de los sombreros, más vale limar las cabezas que arruinar a los sombrereros. Además, creativamente hablando, si el fin es excelente, el medio será también excelente, porque lo excelente y lo execrable en rigor son lo mismo y no existe ni lo uno ni lo otro, ¿no es así? (Antonio Orozco)
a)            El dolor de cabeza se relaciona con el tamaño del sombrero.
b)            La cabeza no es el fin del sombrero sino al revés.
c)            El sombrero no es el fin de la cabeza sino al revés.
d)            Si el medio es excelente, el fin será también excelente.
e)            Si el fin es excelente, el medio será también excelente.

B. Lea atentamente los siguientes fragmentos, subraye  la alternativa correcta y justifique su respuesta.
1. Es de notar ahora que no todo lo que perfecciona a un sujeto, perfecciona a todos. El abono animal sirve para nutrir a las flores, pero no al hombre. La alfalfa es buena, sabrosa y sana, para las vacas, no para nosotros. Es claro pues que el bien es relativo: dice relación a un sujeto o a un conjunto más o menos numeroso de sujetos determinados. Esa "relatividad" del bien ha inducido a muchos a pensar que el bien no es algo "objetivo", es decir, que no está ahí, independiente de mi pensamiento, sino que cada uno puede tomar por bueno "lo que le parezca". (Antonio Orozco)
La expresión “el bien es relativo” debe entenderse en el sentido de:
a)            El bien es algo objetivo.
b)            El bien no es algo objetivo.
c)            No todo lo que perfecciona a un sujeto, perfecciona a todos.
d)            El bien de la vaca es distinto del bien del hombre.
e)            El bien del hombre es superior al de la vaca.

2. Amar es encontrar en la felicidad de otro tu propia felicidad. (Gottfried Wilhelm Leibniz)
En la frase el fin y los medios son respectivamente:
a)            La felicidad del otro y la propia felicidad.
b)            La propia felicidad y la felicidad del otro.
c)            El amor y la felicidad del otro.
d)            La felicidad del otro y el amor.
e)            El amor y la propia felicidad.

C. Lea atentamente la pregunta, exprese claramente su postura y justifique sus afirmaciones.

1. ¿El fin justifica los medios? Explique.
2. ¿El bien es objetivo? Explique.
3. ¿La felicidad está al alcance de todos? Explique.
4. ¿Nuestra sociedad ha banalizado el mal de nuestras acciones? Explique.
5. ¿Cuál es la diferencia entre fines intermedios y fin último? Explique.
6.  ¿Nuestras facultades superiores (inteligencia y voluntad) deberían influir decisivamente en nuestra forma de actuar? Explique.
7. ¿La ética sirve para algo? Explique.
8. ¿Qué significa reducir la Ética a Antropología? Explique.
9. ¿Qué significa reducir la Ética a Psicología? Explique.
10. ¿Qué tienen en común la ética emotivista y la ética del consenso? Explique.
11. ¿Pensar es lo mismo que filosofar? Explique.
12. Escriba una semejanza y una diferencia entre un filósofo y un sabio. Explique.
13. ¿La filosofía es lo más vital que existe? Explique.
14. ¿En qué no estarían de acuerdo un sabio y un filósofo? Explique.
15. Decía Kafka: "La juventud es feliz porque posee la capacidad de ver la belleza. Es al perder esta capacidad cuando comienza el penoso envejecimiento, la decadencia, la infelicidad". Janouch le preguntó: "¿Entonces la vejez excluye toda posibilidad de felicidad?". Y Kafka respondió: "No. La felicidad excluye a la vejez. Quien conserva la capacidad de ver la belleza no envejece". ¿Con quién está de acuerdo, con Janouch o con Kafka? Explique.

D. Seleccione una canción romántica, identifique dos de los tres componentes básicos de un ser humano (cuerpo, psiquismo, espiritualidad) y subraye los ejemplos correspondientes.