“La vida (...) es una búsqueda de la verdad, del bien, de la
belleza. Con ese fin tomamos nuestras decisiones, ejercemos nuestra
libertad y, en esto, en la verdad, en el bien y en la belleza, encontramos la
felicidad y la alegría”. (Juan Pablo II)
¿QUÉ ES LO
BUENO?
Difícilmente
puede hallarse una pregunta de mayor interés: ¿Qué es lo bueno? ¿qué es el
bien? Porque todo hombre guarda en lo más hondo de su ser el deseo invencible
de ser bueno y de hacer lo bueno. Si hace el mal es porque le deslumbra la
partecilla de bien con la que el mal se reviste.
Cuando se dice
que algo "es ético" o que "no es ético", se está diciendo
que es o no es bueno. Ahora bien, si casi todos coincidimos en que nuestra
conducta ha de ser "ética", no siempre estamos de acuerdo en "lo
que es ético". Lo que parece "ético" a unos, puede resultar una
monstruosidad a otros.
¿Es posible
llegar a un conocimiento cierto sobre "lo que es bueno", al menos en
lo fundamental, o estamos condenados a una eterna duda o a opiniones sin
fundamento racional? ¿Existe un criterio objetivo de bondad que nos permita,
sin temor a equivocarnos, discernir el bien del mal? La respuesta del sentido
común ha sido siempre afirmativa.
Es claro que
el bien -lo bueno- es tal por contener alguna perfección que hace a la cosa
deseable, apetecible. Aristóteles decía que "el bien es lo que todos
desean".
¿El bien es relativo?
Es de notar
ahora que no todo lo que perfecciona a un sujeto, perfecciona a todos. El abono
animal sirve para nutrir a las flores, pero no al hombre. La alfalfa es buena,
sabrosa y sana, para las vacas, no para nosotros. Es claro pues que el
bien es relativo: dice relación a un sujeto o a un conjunto más o menos
numeroso de sujetos determinados.
Esa
"relatividad" del bien ha inducido a muchos a pensar que el bien no
es algo "objetivo", es decir, que no está ahí, independiente de mi
pensamiento, sino que cada uno puede tomar por bueno "lo que le
parezca"; cada uno sería libre de considerar bueno una cosa o su contraria
y decidir por su cuenta sobre el bien y el mal. Cada uno -se ha dicho- sería
"creador de valores", porque el valor o bondad de las cosas no
estaría en ellas, sino en mi subjetividad, en mi pensamiento, en mi deseo o en
mi opinión.
En rigor,
aunque el bien sea "relativo" (algo es bueno siempre "para
alguien"), no hay nada menos subjetivo u opinable. La bondad del aire que
respiramos, el agua que bebemos, el calor y la luz del sol que nos vivifica… no
es algo que inventamos o creamos: no es una bondad "opinable": está
ahí, con independencia de nuestra estimación.
De modo
similar descubrimos el valor de la justicia, de la libertad, de la paz, de la
fraternidad: valores objetivos que no tendría sentido negar. De modo que si yo
los negase porque en algún momento no me apetecieran, seguirían siendo valiosos
para todos. Mi inapetencia sería un síntoma seguro de alguna enfermedad del
cuerpo o del alma.
Es también
importante advertir -frente a lo pensado y muy difundido por ciertos filósofos-
que si yo apetezco la manzana, no es porque yo le confiera el buen sabor. La
manzana no es sabrosa simplemente porque yo la saboree con gusto. Aunque a otro
no le guste -quizá porque esté enfermo-, la bondad de la manzana no es un
producto de mi subjetividad: es la manzana misma que tiene de por sí la aptitud
para causar un buen sabor y una buena nutrición. Si así no fuera, el mismo
sabor podría encontrar yo en el acíbar o en la basura.
… hay bienes
relativos a personas singulares. Pero hay también, indudablemente, bienes relativos
a la naturaleza humana común, y, por tanto, a todos y a cada uno de los
individuos de nuestra especie. Por eso hay leyes o normas morales objetivas,
universales y permanentes que afectan a todos los hombres, de cualquier tiempo
y lugar.
ASPECTO ETICO
DEL BIEN
Es el bien que
conviene a la naturaleza racional y libre del hombre, al que éste debe adaptar
su acción. Por lo que respecta a las acciones pasadas, bien es lo que se
aprueba; por lo que atañe a las acciones futuras, bien es lo que debe hacerse.
Todo lo que el hombre persigue, lo quiere en función de un bien perfecto que se
muestra así como la forma misma de la felicidad. Mas con esto se nos
impone distinguir dos especies de bien último: uno subjetivo, que consiste en
la felicidad en general o beatitud; otro objetivo, que consiste en el bien
concreto en cuya posesión el hombre encontrará la felicidad. Dada la actividad
racional y libre del hombre, acciones, medios y fines son bien o males
moralmente cuando van dirigidos por la razón según la norma del bien objetivo y
son realizados libremente. La razón ni crea la ley, ni la impone
obligatoriamente originando el deber: nadie se obliga a sí mismo (contra Kant).
El fundamento último del bien moral no está en la razón, sino en el Bien
absoluto, de donde el orden moral toma su carácter necesario, universal y
obligatorio. El bien del hombre está en el encaminamiento a sus propios fines
de verdad y bien absolutos…
LA CUESTIÓN
DE LOS FINES Y LOS MEDIOS
Errores
inquietantes
¿Qué importa
que una cosa sea fin o medio? —decía el galeno—, en realidad, todo es fin y
todo es medio, por eso nada es medio ni es fin... A lo que responde el
paciente: -Pues mire, doctor, esto mismo me dijo el zapatero. Tenía unos
zapatos de excelente diseño. Pero yo tenía los pies grandes y no me cabían. La
solución estuvo conforme con su teoría. Llamó al traumatólogo y me cortó los
dedos de los pies. Ahora, fíjese, los zapatos me sientan perfectamente -claro
que sí, hombre. Usted creía que el pie era el fin y los zapatos los medios. Una
vulgaridad. Debemos ser creativos...
Procusto no
era el nombre de pila del mítico posadero de Eleusis. Se llamaba Damastes, pero
le apodaban Procusto que significa «el estirador», lo cual sólo se comprendía
cuando mostraba su sistema particular de hacer amable la estancia a sus
huéspedes. Deseoso de que los más altos estuvieran cómodos en sus lechos, se
aseguraba de que éstos tuvieran la medida exacta cortándoles - a los huéspedes
- la porción sobresaliente de sus miembros. A los bajitos les ataba grandes
pesos en los pies hasta que alcanzaban la estatura justa del lecho. Menos mal
que Teseo, forzudo atleta, puso fin a las locuras del posadero devolviéndole
con creces el trato que dispensaba a sus ingenuos clientes.
El mundo real
La vida real
no es una especie de plastilina que pueda adoptar la forma que queramos. Las
cosas tienen naturaleza y relaciones naturales entre ellas, que configuran un
orden de prioridades —lo contrario al caos—, una jerarquía de valores. Es más
importante la cabeza que la mano; debe conservarse antes aquella que ésta. Y si
nos caemos, instintivamente la mano se adelanta a parar el golpe. Es más
importante el coche que su cenicero. Si el cenicero está lleno de colillas no
es sensato tirar el coche y comprarse otro, sino tirar las colillas y conservar
el coche. Si hay que vacunar a un niño, es mejor que llore un poco que no lo
haga y haber de enterrarlo prematuramente…
El fin no
justifica los medios
El fin incluye
inevitablemente los medios con los que se pretende llegar a ese fin. El fin no
es una idea abstracta, platónica, exenta, pulcra, incontaminada. Es la meta más
el conjunto de todos los pasos que llegan a ella…
Un fin
elegido, con resultado bueno, por el hecho de que se realice después del mal
del que se ha seguido, no convierte en bueno a ese mal, puesto que el mal ya
está hecho, ya es pasado, y no hay nada más inmutable que el pasado. El futuro
puede cambiar. No faltan quienes aseguran que el futuro «ya no es lo que era».
Pero el pasado no hay quien lo mueva. Si la voluntad ha hecho libremente el
mal, ya se ha hecho mala y no hay quien lo pueda evitar…
En cierto modo
los medios contienen ya el fin; los procedimientos anuncian el resultado.
Predicar, matar, conmover, forzar, orar, no son medios neutros que sirvan para
cualquier fin: cada uno lleva implícito el resultado». La bala lleva consigo la
muerte…
Las historias, los héroes y los villanos
La eterna lucha entre el bien y el mal ha sido propuesta en innumerables ocasiones y de múltiples formas; el séptimo arte no ha sido la excepción. A ratos, la frontera entre héroe y villano puede tornarse difusa, por ejemplo en el caso de Batman.
LA
BANALIDAD DEL MAL
FIN ÚLTIMO
Toda la
problemática suscitada por la noción de fin no arranca de su carácter de término
de una acción, lo producido por el agente, sino de aquello a lo que se dirige
la acción, como término de una intención: lo perseguido por el agente, lo que
se intenta o pretende. Es aquello por lo que el agente se determina a obrar; es
el principio de la acción: aquello por lo que algo es hecho. De este modo, el fin
aparece como nudo entre el orden efectivo y el orden intencional…
La moción que
ejerce el fin proviene de su bondad; la fuerza causativa del fin no es otra que
por la fuerza causativa del bien. El fin esencialmente atrae hacia sí a la
causa eficiente; mediante la causa eficiente se determina a existir…
El hombre
alcanza la noción de fin, de una parte, percibiendo la realidad del mundo que
le rodea, en el que se advierten relaciones de finalidad; de otra parte, a
partir de su propia experiencia interna, ya que percibe que se propone fines u
objetivos. Desde una y otra perspectiva el hombre se ve llevado al
reconocimiento de un fundamento último de la finalidad: Dios. El orden y la
finalidad del cosmos implican una inteligencia ordenadora (lo que carece de
conocimiento no tiende a un fin si no es dirigido por alguien que entienda y
conozca), que obviamente no es la humana (ya que el hombre no da su sentido al
cosmos, sino que se descubre en él), sino una causa eficiente racional
supracósmica, a la que llamamos Dios (es la quinta vía tomista: Sum. Th. 1 q2
a3)…
FELICIDAD
Las
definiciones que se han dado de la felicidad en la filosofía tradicional son
sumamente variadas: Cicerón: «apartados todos los males, la acumulación total
de los bienes»; S. Agustín: «el gozo de la verdad»; Boecio: «la suma de todos
los bienes», «un bien que una vez poseído no permite desear ningún otro», etc.
Como puede verse, tanto por estas definiciones como por la misma derivación
lingüística de la palabra, la felicidad comporta un doble aspecto: uno
subjetivo y otro objetivo. Subjetivamente implica un gozo o satisfacción; objetivamente,
la felicidad reclama algo sobre lo que ella versa y sobre lo que se desarrolla
dicho gozo. De esta distinción surge precisamente la gran diversidad de
concepciones de la felicidad tanto por el énfasis que se dé a lo objetivo o
subjetivo, como por la índole del objeto de la felicidad. Claro es que si la felicidad
se centra en el aspecto subjetivo, principal o exclusivamente, cabrá hablar de
felicidades auténticas aunque el objeto sobre el que verse sea ilusorio… Un
equilibrio entre ambos extremos constituirá el ideal de la felicidad: un estado
de gozo pleno de la conciencia que satisface de una manera total y con carácter
estable todas las apetencias, deseos y potencialidades del hombre, por la
índole, asimismo plena, de bondad del objeto.
http://www.canalsocial.net/GER/ficha_GER.asp?id=5725&cat=filosofia
Actividades y ejercicios tipo examen
Actividades y ejercicios tipo examen
A.
Lea atentamente los siguientes fragmentos, identifique cuál es la idea
principal del autor y subraye la
alternativa correcta.
1. Cuando se
dice que algo "es ético" o que "no es ético", se está
diciendo que es o no es bueno. Ahora bien, si casi todos coincidimos en que
nuestra conducta ha de ser "ética", no siempre estamos de acuerdo en
"lo que es ético". Lo que parece "ético" a unos, puede
resultar una monstruosidad a otros. Así por ejemplo, algunos llaman "ético"
al aborto provocado en caso de embarazo por violación, lo cual a muchos nos
parece uno de los peores crímenes -incluso quizá peor que el terrorismo-, y
negación del más elemental derecho de la persona, el derecho a la vida… ¿Es
posible llegar a un conocimiento cierto sobre "lo que es bueno", al
menos en lo fundamental, o estamos condenados a una eterna duda o a opiniones
sin fundamento racional? ¿Existe un criterio objetivo de bondad que nos
permita, sin temor a equivocarnos, discernir el bien del mal? La respuesta del
sentido común ha sido siempre afirmativa. (Antonio Orozco)
a) No
es posible
llegar a un conocimiento cierto sobre "lo que es bueno".
b) Lo
que "es
ético" es bueno y lo que "no es ético" es malo.
c) No siempre estamos de acuerdo
en "lo que es ético".
d) El
aborto en caso de violación es un tema muy discutido.
e) Existe un criterio objetivo
de bondad que nos permite discernir el bien del mal.
2. … Por
cierto, ¿por qué lleva usted este vendaje en la cabeza? ¿Le duele acaso la
abundancia de ideas inquietantes?
-No
señor, es que mi sombrerero tiene unos sombreros de exquisito formato, pero mi
cabeza es demasiado grande. Por eso me limó el cráneo con mucho cuidado. Cuando
me quite la venda, el sombrero me sentará de maravilla. En realidad la cabeza
no es el fin del sombrero sino al revés. Mejor dicho, da igual. Y como lo
importante es la economía de los sombreros, más vale limar las cabezas que
arruinar a los sombrereros. Además, creativamente hablando, si el fin es
excelente, el medio será también excelente, porque lo excelente y lo execrable
en rigor son lo mismo y no existe ni lo uno ni lo otro, ¿no es así? (Antonio
Orozco)
a) El
dolor de cabeza se relaciona con el tamaño del sombrero.
b) La cabeza no es el fin del
sombrero sino al revés.
c) El
sombrero no es
el fin de la cabeza sino al revés.
d) Si el medio es excelente, el fin
será también excelente.
e) Si el fin es excelente, el
medio será también excelente.
B.
Lea atentamente los siguientes fragmentos, subraye la alternativa correcta y justifique
su respuesta.
1. Es de notar
ahora que no todo lo que perfecciona a un sujeto, perfecciona a todos. El abono
animal sirve para nutrir a las flores, pero no al hombre. La alfalfa es buena,
sabrosa y sana, para las vacas, no para nosotros. Es claro pues que el
bien es relativo: dice relación a un sujeto o a un conjunto más o menos
numeroso de sujetos determinados. Esa "relatividad" del bien ha
inducido a muchos a pensar que el bien no es algo "objetivo", es
decir, que no está ahí, independiente de mi pensamiento, sino que cada uno
puede tomar por bueno "lo que le parezca". (Antonio Orozco)
La expresión
“el bien es relativo” debe entenderse en el sentido de:
a) El
bien es algo objetivo.
b) El
bien no es algo objetivo.
c) No todo lo que perfecciona a
un sujeto, perfecciona a todos.
d) El
bien de la vaca es distinto del bien del hombre.
e) El
bien del hombre es superior al de la vaca.
2. Amar es
encontrar en la felicidad de otro tu propia felicidad. (Gottfried Wilhelm
Leibniz)
En la frase el
fin y los medios son respectivamente:
a) La felicidad del otro y la
propia felicidad.
b) La propia felicidad y la
felicidad del otro.
c) El amor y la felicidad del
otro.
d) La felicidad del otro y el
amor.
e) El
amor y la propia felicidad.
C. Lea atentamente la pregunta, exprese claramente
su postura y justifique sus afirmaciones.
1. ¿El fin
justifica los medios? Explique.
2. ¿El bien es
objetivo? Explique.
3. ¿La
felicidad está al alcance de todos? Explique.
4. ¿Nuestra
sociedad ha banalizado el mal de nuestras acciones? Explique.
5. ¿Cuál es la
diferencia entre fines intermedios y fin último? Explique.
6. ¿Nuestras facultades superiores (inteligencia
y voluntad) deberían influir decisivamente en nuestra forma de actuar? Explique.
7. ¿La ética
sirve para algo? Explique.
8. ¿Qué
significa reducir la Ética a Antropología? Explique.
9. ¿Qué
significa reducir la Ética a Psicología? Explique.
10. ¿Qué
tienen en común la ética emotivista y la ética del consenso? Explique.
11. ¿Pensar es
lo mismo que filosofar? Explique.
12. Escriba
una semejanza y una diferencia entre un filósofo y un sabio. Explique.
13. ¿La filosofía es lo más vital que existe? Explique.
14. ¿En qué no estarían de acuerdo un sabio y un filósofo? Explique.
15. Decía Kafka: "La juventud
es feliz porque posee la capacidad de ver la belleza. Es al perder esta
capacidad cuando comienza el penoso envejecimiento, la decadencia, la
infelicidad". Janouch le preguntó: "¿Entonces
la vejez excluye toda posibilidad de felicidad?". Y Kafka respondió: "No. La felicidad excluye a la vejez.
Quien conserva la capacidad de ver la belleza no envejece". ¿Con quién
está de acuerdo, con Janouch o con Kafka? Explique.
D. Seleccione una canción romántica, identifique dos
de los tres componentes básicos de un ser humano (cuerpo, psiquismo,
espiritualidad) y subraye los ejemplos correspondientes.
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